Éxito artístico del festival taurino de Huéscar a favor de Aspadisse para conseguir un local para la asociación

El tercer festival a beneficio de Aspadisse, celebrado el pasado sábado en Huéscar, no respondió a lo que se esperaba a cuanto a respuesta de público, aunque sí en el plano artístico.

Al rejoneador Pedro Hernández 'El Cartagenero' se le notó mucho la mano de Pablo Hermoso de Mendoza en su formación. No dio ningún paso en falso y clavó siempre en lo alto. Estuvo muy bien con las banderillas a una mano, en los quiebros y en un gran par a dos manos, pero lo mejor llegaría con las cortas y las rosas, que refrendó con un rejonazo y un descabello. Paseó dos merecidas orejas.

'Finito de Córdoba' no estuvo a la altura esperada. Pasó desapercibido con el capote y después con la diestra por lo incierto del astado. El toreo al natural fue a más pero no supo poner colofón a su labor con la espada. Palmas tras aviso.

Juan José Padilla recibió a su oponente con dos largas cambiadas, a las que siguieron verónicas y chicuelinas para llevar al novillo al caballo. Se lució junto a Ferrera con las banderillas y destacó en un par al violín. Tras brindar la faena a su hija Paloma basó buena parte de su labor en el toreo de rodillas, al que siguieron derechazos y naturales de calidad. Los desplantes precedieron a una estocada sin puntilla y los máximos trofeos.Dos orejas y rabo.

Rafael Rubio 'Rafaelillo' dio varias verónicas sin apreturas y con la muleta fue haciendo poco a poco a un novillo con mucho que torear hasta cuajar muletazos muy buenos por ambas manos, en los que destacaron los naturales. Trincherazos rodilla en tierra compusieron una faena muy del agrado del público por el pundonor y vergüenza torera que demostró el murciano.Dos orejas.

Peligro

Antonio Ferrera, que sustituía al lesionado Ortega Cano, realizó lo mejor de la tarde con el capote. Con las banderillas bajó la tónica, en un tercio compartido con Padilla, y con la muleta cuajó una faena interesantísima a un novillo muy bravo pero con un único pitón bueno, el derecho. Lo intentó por el izquierdo y estuvo a punto de sufrir un serio contratiempo. Estocada hasta la bola y dos orejas y rabo.

El novillero Antonio David estuvo aseado con el capote y con la muleta se le notaron los nervios propios del que empieza. Logró algunos pasajes de calidad pero le faltó quietud y definir su toreo. Puso ganas y valor, mató bien y logró dos orejas.

Los novillos-toros de Guadalmena, bien presentados y de desigual juego. Destacó el quinto, premiado con la vuelta al ruedo. Buenos también primero, tercero y sexto.

Texto: Rogelio Burnau Ideal.es