Se lidiaron toros de Castilblanco, aceptablemente presentados, escasos de fuerzas y desrazados. Los más toreables, segundo, quinto y sexto.
Fermín Bohórquez, rejón caído (silencio) y dos pinchazos (palmas tras aviso); Pablo Hermoso de Mendoza, rejón (dos orejas); y rejón y dos descabellos (oreja); y Sergio Galán, pinchazo, rejón y dos descabellos (silencio); y pinchazo y rejón (oreja).
Señalar también que el cambio de fecha de este festejo, que tradicionalmente cierra la feria, se dejó sentir en taquilla. Tan sólo se cubrió algo más de la mitad del aforo en una tarde nublada y calurosa, entrada muy por debajo de la que suele ser habitual. Al final pasó factura el esfuerzo de TauroToro por traer a José Tomás en la Feria del Corpus.
El gran triunfadorEl navarro Hermoso de Mendoza aprovechó la noble cualidad de su primero para llevar a cabo una espectacular faena, con el que además firmó un vibrante tercio de banderillas. Mató a la primera y paseó el doble trofeo.
Con el soso quinto tuvo que poner Hermoso todo de su parte para armar una faena que acabó también premiada con un apéndice donde mostró su gran dominio en todas las suertes.
En palabras del crítico taurino de Granada Martínez Perea, "sin duda alguna, hay un antes y un después de Pablo Hermoso de Mendoza. Sin él no sería lo mismo el difícil arte del rejoneo, que en el caso del navarro es puro toreo a caballo. Porque una cosa es quebrar, clavar y cabalgar ante el toro y otra bien distinta lidiar y hacerlo como el de Estella, con dominio de los terrenos y ejecutando todo tipo de suertes con exposición y limpieza. Pero es que, además, Pablo Hermoso de Mendoza ha creado escuela y jóvenes valores como Sergio Galán, ayer presente también en la Monumental de Frascuelo, han asimilado a la perfección los fundamentos que han hecho grande a Hermoso de Mendoza y otros rejoneadores, como Fermín Bohórquez, con valores propios y conceptos muy puros, también han mejorado su toreo".
Fotografía: IDEAL
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