sábado, 18 de septiembre de 2010

'El Fandi' marca las diferencias en el Día Grande de la Feria Baza

Dentro de unos días David Fandila 'El Fandi', va a ingresar hoy en el selecto grupo de los toreros con mil corridas. Y también dentro de muy poco el diestro granadino, líder destacado del máximo escalafón, llegará un año más al centenar de festejos en una misma temporada. Son registros al alcance de muy pocos, pero lógicos en el caso del ídolo de la tierra, que sigue con la misma ilusión y ambición de siempre y, por lo visto el pasado día 12 de septiembre en Baza, en plenitud de todo. Parece que no le pesan los esfuerzos, mantiene las ideas muy claras, y, además de querer, puede con todo.

David Fandila era sin duda el gran reclamo de la corrida de ayer, pero no el único. Se presentaba en la localidad bastetana Alejandro Talavante, torero de acusada personalidad y completaba terna Alejandro Amaya, que en su última comparecencia en el coso de Baza, el pasado año, resultó cogido de gravedad.

Era, con los toros de Julio de la Puerta, un cartel de indudable atractivo, pero el éxito tuvieron que trabajárselo los espadas porque molestó el aire y los astados colaboraron mucho menos de lo esperado, unos por flojos y otros por desrazados. De todas formas, se cortaron siete orejas y un rabo y los espectadores, tan receptivos como generosos, pudieron disfrutar de un espectáculo al menos interesante.

Triunfo trabajado

A 'El Fandi' se le acumuló el trabajo con el que rompió plaza. Al molesto aire que dificultó el recibo capotero, se unió la flojedad del cornúpeta, desrazado y deslucido. Tuvo el granadino que tirar de oficio y recursos para sacar de un pozo sin fondo y como se hizo patente su esfuerzo y logró momentos lucidos al quitar por chicuelinas y en el tercio de banderillas, cortó una oreja con petición de la segunda tras matar a su oponente de certera estocada.

Con el cuarto, 'El Fandi' salió dispuesto a todo y cerró su tarde cortando dos orejas y rabo. El toro, parado, no frenó los ímpetus del granadino, que hizo un auténtico derroche de corazón, de raza y de profesionalidad. Su oponente llegó al último tercio con mínimas posibilidades para el triunfo, pero Fandila apeló a la firmeza y tuvo capacidad para improvisar. Antes, además, dio otro recital con los rehiletes, teniendo que clavar un cuarto par a petición del respetable. Pese a pinchar antes de despachar al burel de estocada entera, los máximos trofeos llegaron a sus manos. Fue un 'Fandi' en estado puro.

Alejandro Amaya intentó justificarse sin éxito ante un segundo astado sin fuerzas. No se le vio confiado en ningún momento y, además, pinchó antes de cobrar una estocada en la suerte suprema. Con el quinto, toro flojo pero con buen fondo de nobleza, el mexicano pareció otro torero. Estuvo más asentado, intentó hacer las cosas con gusto desde que se abrió de capa y consiguió algunos muletazos de buena factura. Refrendó su faena con un pinchazo y estocada y el público pidió para él y consiguió el doble trofeo.

Talavante se tropezó con un primer toro sin apenas recorrido, pero lo entendió bien. Tuvo la virtud de esperarlo y templarlo y su faena, toda ella en el centro del anillo, tuvo mérito. Pinchó antes de despenar de buena estocada a este primer oponente y se le premió con una oreja.

Con el que cerró plaza el milagro no fue posible. El toro, a la defensiva, no dejó a Talavante ni plantear faena. Quiso el torero, pero no el toro y el trasteo no levantó vuelo. Como mató con rapidez y el público quería ver a los tres espadas a hombros por la Puerta Grande, fue premiado con una oreja.

Texto: María D. Martínez (IDEAL)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog