viernes, 1 de octubre de 2010

Papel aceptable del granadino Enríquez en Sangüesa donde Duffau fue el triunfador

El pasado 17 de septiembre se celebró en la taurina Sangüesa en Navarra, la novillada internacional con picadores donde participó el granadino Alejandro Enríquez.

Con algo más de media entrada en la plaza navarra se han lidiado novillos de Jiménez Pasquau, desigualmente presentados, nobles y muy flojos en conjunto. 2º, 3º, 4º y 5º se han echado al ruedo en medio de la faena.

Alejandro Enríquez, saludos y silencio; Sergio Blanco, saludos tras aviso y vuelta; y Thomas Duffau, oreja y oreja.

Thomas Duffau ha sido el triunfador de la novillada tras cortar una oreja a cada uno de sus enemigos. El público asistente se ha marchado con un buen sabor de boca dejado por el joven francés, al que se ha visto firme, decidido y seguro de sí mismo.

Con el primer novillo ha mostrado sus cartas, gustándose ya de salida a la verónica. Como todos sus hermanos, el astado de Jiménez Pasquau ha sido muy cuidado en el caballo (apenas un puyacito), pero de poco ha servido porque el animal se ha sofocado en seguida. Duffau lo ha dominado durante toda la faena, y aunque las series no han terminado de ser todo lo limpias que hubiésemos deseado (también influenciado por el constante cabeceo del novillo), el espada ha estado en todo momento por encima y se ha ganado una oreja.

Ante el 6º ha salido con la Puerta Grande en la mente, y finalmente la ha conseguido. El francés ha comenzado la faena en los medios, citando desde la distancia, para pegar un pase cambiado por la espalda que ha puesto el “¡huy!” en los tendidos. Tras ello, Duffau ha firmado varias tandas en las que ha hecho gala de su firmeza, incluso toreando en redondo. Ha matado de una estocada muy certera tras un pinchazo y ha paseado su segunda oreja.

También ha dejado una buena imagen Sergio Blanco, que en otras circunstancias se hubiera llevado algún apéndice a casa. El colombiano se ha ganado su primera ovación templando a al novillo que hacía de 2º de manera muy correcta con unas bellas verónicas. Tras el simulacro de varas, con un quite por gaoneras incluido, Blanco ha hecho todo lo que estaba en su mano para agradar al público, pero el animal no transmitía nada.Lo ha vuelto a intentar con el 5º, un novillo “hermano de sus hermanos”, es decir, igual de flojo. La faena del colombiano ha tomado altura por momentos y ha llegado a conectar con los tendidos, sobre todo de sol, donde se ha ido a finalizar su labor. Sin embargo, el público se ha enfriado rápidamente tras el mitin ofrecido por su puntillero.

Completaba el cartel el granadino Alejandro Enríquez, que como sus compañeros ha mostrado disposición y ganas de hacer algo bonito, pero con esta falta de fuerzas del ganado hoy no era el día.

Texto y fotografía: OpinionyToros.com

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